lunes, 4 de julio de 2011

Otros tiempos

Hubo un tiempo en el que traté de encajar.
Sí, yo traté de encajar.

Recuerdo cuando me peinaba como los demás, me vestía con la misma ropa que los  demás, incluso usaba ese horrible brillo rosado para labios. Entre toda esa multitud, ahí estaba yo, tratando de encajar.

También traté de comportarme como los demás, tratar de decir cosas fresas, como casi todas las de mi edad. Traté de que me gustara ese horrible ruido obsceno, que algunos se empeñan en catalogar como música; el reggaetón. Puaj.

Traté de pasar mi tiempo con mensajes de teléfono. Traté de posar de la misma manera en las fotos. Traté y me fue mal.

No me sentía yo, porque no lo era. Era otra versión con el mismo nombre, con el mismo rostro. Me aburría enormemente entre charlas absurdas. ¿Para qué hablar de chicos y zapatos, si el nuevo disco de esta increíble banda acaba de salir? ¿Por qué usar esos torturadores tacos si esas botas negras se ven increíbles?
Pues ya ven que no era, ni jamás fue yo.

Si alguna vez les vino la idea de actuar como los demás para encajar, sáquense ese maldito demonio de la cabeza. Los tentará con ideas absurdas.
Yo ahora soy yo. ¿Y saben qué?

Me encanta serlo.