viernes, 18 de febrero de 2011

Venganza

Sucumbes ante mis ojos con una agonía infinita; la agonía de la venganza. Ver el sufrimiento que te produce tu propia causa es delicioso. Es fascinante.
Te retuerces de dolor y yo te miro tranquilamente. Puedo ver que tus ojos suplican piedad.
¿Piedad?
¿Acaso tú la tuviste conmigo?
¿Acaso tú hiciste algo cuando el dolor me había tocado?
¿Acaso tú, cuando me consumía viva, te preocupaste en otra cosa que no sea avivar las llamas que me quemaban?
No, no lo hiciste. Y ahora ya es tarde para arrepentirte. Esta es mi venganza… y tu karma.

No hay comentarios: